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Cómo funciona el cerebro

Procesos cognitivos del cerebro como la inteligencia y la memoria. Cómo funciona el cerebro y las relaciones de complementariedad de las capacidades intelectuales.

Portada del libro sobre El Cerebro y los Ordenadores Modernos. Robot con cabeza pantalla de ordenador.

EL CEREBRO Y LOS ORDENADORES MODERNOS

TEORÍA COGNITIVA GLOBAL

Autor: José Tiberius

 

 

2. CARACTERÍSTICAS COMUNES DE LA INTELIGENCIA Y LA MEMORIA

2.a) Concepto de estas funciones cerebrales

Si entendemos la inteligencia, en sentido amplio, como la capacidad de relacionar conceptos o ideas, piénsese que una conclusión sobre la base de ciertas premisas no es más que una relación; nos daremos cuenta que necesitamos conceptos o ideas para la operatividad o existencia de la inteligencia y estos últimos han de ser proporcionados por la memoria.

Black Strokes - Kandinsky (Imagen de dominio público)
Cuadro con muchos colores. Black Strokes - Kandinsky

Del mismo modo, la memoria sin un gestor de la misma, dejaría de ser memoria en sentido estricto, no podría tener la consideración de ser información. En otras palabras, en el concepto de inteligencia se encuentra implícitamente incluida la memoria y viceversa. El disco duro de los ordenadores, sin un sistema capaz de leerlo no sería más que un trozo de chatarra sin ninguna utilidad.

No obstante, se pueden diferenciar los conceptos de forma un tanto artificial, enfatizando esa capacidad de relacionar o el archivo de la información, para la inteligencia y la memoria respectivamente. Digo artificialmente, porque nunca se podrán separar totalmente y hemos de procurar recordar este hecho para no perder la perspectiva en algunas argumentaciones.

 

2.b) Cómo funciona el cerebro.

Aunque esté relacionada, vamos a dejar a un lado la problemática derivada de estudiar las posiciones o teorías sobre la existencia del alma-cuerpo (monismo y dualismo) y, aunque en menor grado, los conceptos mente-cerebro (conductismo lógico -Wittgenstein, identidad y funcionalismo) por encontrarse en el ámbito de la teología y la filosofía más que en el de la ciencia.

Tanto la inteligencia como la memoria necesitan de un soporte fisiológico. Los comentarios anteriores no se deben entender como que el soporte es el mismo para ambos; sin duda, existe la especialización celular y no solo en cuanto a inteligencia o memoria sino en cuanto a tipos o facetas de ambos.

Por ejemplo, habrá células especializadas en buscar la información de acuerdo con unos criterios, en analizar las relaciones en función de la información que otras le han facilitado, etc. Respecto a la memoria es todavía más evidente la especialización, la memoria visual puede estar ubicada en diferente lugar del cerebro que la memoria auditiva o que la memoria semántica.

Como todos sabemos, la dotación fisiológica de una u otra capacidad puede variar entre los individuos y entre sus diferentes funciones y facetas. Pero, al mismo tiempo, no tendría mucho sentido que determinadas funciones o mecanismos comunes a cualquier tipo de memoria o de inteligencia, no se presenten en todos los tipos si se presenta en uno de ellos. En otras palabras, la información genética de determinadas funciones comunes de la inteligencia y de la memoria es la misma.

También los ordenadores tienen elementos semejantes con sus correspondientes especialidades. Tenemos el chip central, un posible procesador matemático, tarjeta gráfica, etc. Por el lado de la memoria nos podemos encontrar con la memoria RAM, extendida, expandida, disco duro, etc.

En relación con el tema de las funciones comunes, el ejemplo de los ordenadores muestra con claridad lo que quiero decir. En efecto, el procesador central se puede utilizar para diferentes funciones, como el cálculo matemático o la presentación de gráficas en la pantalla por citar únicamente dos. Lo cual no quiere decir que no puedan existir elementos específicos que mejoren el funcionamiento general, como un procesador matemático.

Tampoco hay que olvidar que una neurona, aunque esté asignada a una función particular o se encuentre especializada, normalmente podrá realizar otro tipo de funciones. En particular, se puede citar que el solo hecho de cerrar los ojos nos permite aumentar de forma inmediata nuestra capacidad auditiva e incluso de proceso lógico.

 

2.c) Doble complementariedad de las funciones cognitivas

Un aspecto muy importante relacionado con estas capacidades es su complementariedad. En la exposición del objetivo de coherencia de la evolución en el libro de la Evolución Condicionada de la Vida, se cita un ejemplo de la complementariedad normal de dos variables.

Sin embargo, ahora nos encontramos con un efecto de complementariedad especial y añadido al normal. Cuanto mayor sea nuestra capacidad de relación, mayor será la eficacia de la información aportada por la memoria; pero, al mismo tiempo, mayor será la información aportada por tener un mejor gestor de la memoria. Es decir, la inteligencia opera dos veces, la primera como gestor de la memoria y, la segunda, como analista de la información.

En consecuencia, podría no ser muy exagerado el pensar que la medida de la potencia intelectual, hablando en sentido amplio, fuese igual al producto de las capacidades de la inteligencia y la memoria consideradas aisladamente. Es decir, estandarizando las escalas individuales de 0 a 10, el potencial total se encontraría en la escala de 0 a 100 y, como en todos los caracteres complementarios, el equilibrio resultaría más potente; valores medios de ambos nos darían un potencial de 25, mientras que valores relativamente extremos como 2 y 8, nos darían 16.

Con frecuencia, la potencia de los ordenadores se mide tanto por la potencia de su procesador central como por la velocidad de acceso a los datos y de comunicación entre sus diferentes partes, que afecta a la potencia del gestor de la información en su fase de localización o grabación.