Tipos de energía, sus causas y manifestaciones

3.b) Tipos de energía

El clásico concepto de que la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma, es más un principio epistemológico que un principio físico. En realidad, esta característica de los tipos de energía se puede predicar de toda la realidad física, salvo que se acepte que la materia pueda convertirse en la nada y viceversa.

Por ejemplo, el principio de conservación de la energía es coherente con lo que ya sabíamos por la ecuación de equivalencia entre masa y energía, que las ondas electromagnéticas suponen una violación de la ley de la conservación de la masa. Si bien, son necesarias las debidas correcciones conceptuales de qué se entiende por equivalencia, por masa y energía.

El principio clásico de conservación de la energía y el resto de principios de conservación, de la materia, de la masa, etc., se pueden reconducir a un único principio de carácter más general, se trata del Principio de Conservación Global.

El concepto de energía y la nueva perspectiva de la Física Global permiten crear nuevos tipos de energía en función del soporte material de los mismos –Éter Global y Éter LUM (Luminífero, universal y móvil)– y de los tipos de movimiento descritos en el libro Física y Dinámica Global en su apartado correspondiente.

Se ha intentado presentar los tipos de energía más elementales. De hecho, existe una gran repetición de los tipos de energía debido a que he mantenido la clasificación de los tipos de movimiento para mostrar el modelo completo.

Como se puede observar, por ahora existen básicamente cuatro tipos de energía reticular:

La Mecánica Global explica cómo se transforma la energía transversal en tensión de la curvatura longitudinal y energía de deformación reversible por compactación o compresión del Éter Global, al pasar de energía electromagnética a masa y viceversa. La energía elástica del Éter Global será la energía primaria o fundamental de la que se pueden derivar todas las demás.

El estado de agregación del Éter Global en que existe la energía cinética es la masa, pero no sólo la aumenta, sino que cambia su configuración espacial; se podría decir que le proporciona una forma esferoide que provoca el movimiento de la masa por su interacción con el Éter Global, según se explica en el libro Física y Dinámica Global.

En cualquier caso, hay pequeños detalles del modelo que son totalmente renormalizables, es decir, se pueden cambiar sin afectar al comportamiento del resto del modelo.

En el cuadro no se ha incluido la interacción nuclear débil y fuerte por considerarse similares a la energía gravito-magnética del átomo. De igual manera, la energía química sería similar a dicha energía gravito-magnética del átomo, pero a nivel molecular.

Otro aspecto interesante y un tanto aventurado, es la configuración de la energía calorífica como energía electromagnética –energía transversal– que no se relaja con la aparición o desaparición de los electrones, y provoca tanto el movimiento de los electrones en las órbitas como balanceo del núcleo del átomo y moléculas.

En términos generales, cuando la energía calorífica aumenta, se incrementa la danza de los ondones y se induce un aumento, en unos casos, de la energía electromagnética emitida, como en las tormentas; y, en otros, de la energía cinética o de la velocidad de las moléculas de los gases, dependiendo de la facilidad de conversión de un tipo de energía en otro.

Una vez cerrado el modelo, abarcando desde la estructura reticular de la materia y las partículas elementales hasta las estrellas y los agujeros negros, se puede observar que existe un equilibrio dinámico del modelo físico y que sus partes se explican mediante la transformación de un tipo de energía en otro o, lo que es lo mismo, la variación de las propiedades elásticas o energéticas del Éter Global.

Recordemos que el Éter LUM (Luminífero, universal y móvil) –campo de gravedad– es una propiedad dinámica del Éter Global.