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Inteligencia emocional y biología de las emociones

Análisis crítico del concepto de inteligencia emocional del libro de Daniel Goleman de 1995. En la inteligencia emocional intervienen palabras de significado difuso como: inteligencia, control y emociones.

Portada del libro Inteligencia, Intuición y Creatividad. Diosa egipcia Nut con el Sol encima de su cabeza.

INTELIGENCIA, INTUICIÓN Y CREATIVIDAD

TEORÍA COGNITIVA GLOBAL

Autor: José Tiberius

 

 

2.d) Inteligencia emocional

Una de las expresiones que ha tenido cierto éxito popular en los últimos años y en el ámbito de las capacidades cerebrales ha sido el de inteligencia emocional a raíz del libro de Daniel Goleman de 1995. Por ello voy a intentar hacer un análisis del concepto de inteligencia emocional desde diferentes perspectivas.

Hay que destacar que si ya el concepto de inteligencia tiene problemas en su definición y aceptación general, el de inteligencia emocional es todavía más difuso pues añade el adjetivo emocional siendo, al menos, parcialmente contradictorio con el primero.

  • Antecedentes.

    Siempre ha habido intentos de quitar importancia o relevancia a la característica de la inteligencia personal, especialmente por parte de aquéllos que no la tienen en la medida que desearían o que son incapaces de reconocer y aceptar la que tienen por prejuicios ideológicos.

    No sé en inglés u otros idiomas, pero en castellano a menudo se suele hacer la distinción entre ser inteligente y ser listo con la misma intencionalidad que ahora presenta la expresión inteligencia emocional.

  • Terminología.

    Hay conceptos que pueden tener su utilidad y ser descriptivos de cierta realidad o abstracción; pero en el caso de la inteligencia emocional de Daniel Goleman, la terminología escogida más bien parece un intento de alterar el significado de la palabra inteligencia o de representar algo que no se corresponde con el contenido que luego se le otorga. El adjetivo emocional es básicamente diferente a la lógica o lo puramente racional.

  • Concepto.

    En el concepto o definición de inteligencia emocional de Daniel Goleman intervienen palabras de difuso o muy variado significado como: inteligencia, control, emociones, sentimientos, éxito social, bienestar personal, etc.

    La idea que a mí me queda es que prácticamente cada uno puede pensar y asumir un concepto apropiado a su propia realidad socio-personal.

    Si tuviera que expresar el concepto de inteligencia emocional con una sola palabra yo utilizaría la de mundología.

    La cabra suelta
    William Holman Hunt (Imagen de dominio público)
    La cabra suelta- William Holman Hunt

    Por supuesto, los defensores de la inteligencia emocional profundizarían en un concepto más en la línea de la inteligencia de grupos, yo estaría de acuerdo si no utilizasen una terminología referida a la persona por las fuertes connotaciones que tiene la palabra, porque puestos a hablar de emociones, la intencionalidad de la expresión es importante.

  • Carácter científico.

    Ninguno, intentar valorar de forma objetiva el éxito social, la adecuación de las relaciones interpersonales o el bienestar emocional se acerca a la idea de imponer una escala objetiva de la felicidad personal.

    Obviamente en casos extremos de depresión u otro tipo de problemas personales se puede intentar objetivar algún tipo de graduación pero siempre de carácter muy general como pueden ser los términos de normal, leve o grave y, desde luego, no deberían ir referidos al nombre de inteligencia emocional.

  • La biología de las emociones.

    La Teoría Cognitiva Global dedica un apartado a la emociones en el libro Voluntad e Inteligencia Artificial. En primer lugar, se separan las emociones de los sentimientos, dejando éstos para un plano espiritual y no intentar complicar más un tema ya de por sí complejo.

    Las emociones se configuran como reacciones automáticas del cuerpo tanto de carácter cognitivo como puramente fisiológico o no cognitivo. En este sentido, las emociones son como programas de actuación inmediata que se han ido creando a lo largo de la vida y conforman parte del carácter de una persona. Me imagino que cada uno ha creado estos programas de respuesta automática de la mejor forma posible con los instrumentos cognitivos que posee.

    A mi juicio, las emociones existen porque no sería posible examinar conscientemente situaciones muy complejas que requieren una respuesta rápida o no sería eficaz cuando son muy repetitivas y por lo tanto se automatizan en ambos casos. El pretender controlar las emociones supondría entonces renunciar al elegante diseño de nuestro cuerpo y cerebro; cosa por otra parte imposible, pues la mayoría de estas actuaciones son inherentes a nuestra naturaleza.

  • Apoyo sociológico.

    Socialmente el concepto de inteligencia emocional es adecuado para fomentar el espíritu de superación y de trabajo de los ciudadanos. Tampoco quedaría muy bien desde un punto de vista político señalar las posibles diferencias de carácter genético de las habilidades cerebrales.

    Por la misma razón, los medios de comunicación general y revistas del cerebro tenderán a incluir artículos sobre la bondad del concepto moderno de inteligencia emocional.

    También, numerosas profesiones libres asumirán con alegría y entusiasmo la inteligencia emocional de Daniel Goleman y la posibilidad de auto mejora si se dominan sus técnicas, para lo cual ellos están precisamente muy capacitados y son expertos naturales.

  • Éxito personal.

    La gran ventaja de la inteligencia emocional es que permite que toda persona consiga ser inteligente, y mucho mejor si encima es inteligente emocional. Además, esta perspectiva aumenta la autoestima personal al pensar que incluso muchos inteligentes en sentido estricto no consiguen ser inteligentes emocionales.

    Es de esperar que cuanto menos inteligente en sentido estricto sea una persona tenga mayor tendencia a aceptar el nuevo concepto. Asimismo, este efecto se producirá cuanto menos se acepte la inteligencia clásica que uno tenga.

Ciertamente existen indicios de que se pretende caracterizar a las personas con la palabra “inteligencia” con independencia de si son o no inteligentes en sentido estricto o sentido clásico. Es más, en la mayoría de los casos que he escuchado esa expresión la intención ha sido rebajar la importancia de la inteligencia clásica cuando tampoco es que tenga mucha en relación con la felicidad.

Con toda seguridad, existen casos en los que el apego a la nueva expresión está relacionado con emociones de tipo prepotencia, envidia, complejo personal, interés económico o similar.

En resumen, creo que existe un concepto real y útil detrás de la expresión inteligencia emocional en línea con la inteligencia de grupos pero que la forma de expresarlo es muy desafortunada y, en la práctica, altera dicho concepto convirtiéndolo en algo bastante negativo.

Considero mucho más agradable y real el concepto de inteligencia elegante, que será aquella que está orgullosa de lo que es con independencia del aspecto cuantitativo y de comparaciones porque, en definitiva, la lógica de la evolución de la vida conduce a una admirable pirámide de etapas en el desarrollo y construcción de la inteligencia como conjunto de capacidades de relación elementales y complejas.

Mi agradecimiento y respeto a todos los seres vivos que han hecho posible el mundo actual.