2.c) La libertad de los seres vivos
El origen de los seres vivos puede ser interesante en el ámbito personal pero no es relevante en sí mismo para la exposición o demostración de la teoría general de la Evolución Condicionada de la Vida –ECV.
Una posibilidad podría ser que la energía o la mismísima gravedad sean el origen de los seres vivos si tuviesen determinados grados de libertad. Éstos podrían ser tan pequeños que no dispongamos de medios para percibirlos. Entonces, no nos quedaría más remedio que incluir, en el modelo científico componentes aleatorios derivados los dioses de la ciencia Ale y Hator.
Un ejemplo algo más próximo es que tampoco percibimos el sufrimiento de las plantas cuando mueren, y es de suponer que no les guste nada, como a todo ser vivo que se precie.
Igual comentario se podría indicar respecto a animales chiquititos.
Sin embargo, el concepto amplio de la vida ha sido de gran utilidad porque su generalización permite a la mente meditar sobre los objetivos del sistema evolutivo con un mayor grado de confianza en la lógica aplicada; en definitiva ¿qué haríamos nosotros en su lugar? Por supuesto, la Vida habrá hecho todo lo que nosotros podamos imaginar y mucho más.
Dicha elaboración del concepto de Vida permite superar posiciones filosóficas respecto a la especialidad humana y la evolución del hombre con un contenido puramente egocéntrico, o de reduccionismo biológico.
En concreto, posiciones un tanto primitivas como:
El hombre es el único ser racional (Platón - Aristóteles)
Es el animal político (Aristóteles)
El único que posee el don del lenguaje.
El único que fabrica (no utiliza) instrumentos (Paleontología)
El único que transmite su cultura (Conductismo -aprendizaje por contraposición al instinto)
La naturaleza o el cosmos se encuentran regidos por leyes necesarias y solo el hombre tiene libertad.
El hombre es un animal y, en ese sentido, todo es instinto, es decir, el determinismo biológico, en cierta medida, consecuencia de la aportación de Darwin (Innatismo)
Desde un punto de vista científico o filosófico, el ser humano es un ser vivo más, con caracteres especiales o particulares, pero con los mismas características generales de los seres vivos e intrínsecos a la Vida.
Este último aspecto parece olvidado tanto por el etnocentrismo y el relativismo cultural como por el universalismo, pues se refieren al ser humano con características especiales pero no delimitadas suficientemente respecto al resto de seres vivos.
A pesar de este planteamiento filosófico sobre la vida que, en última instancia, llevaría a suponer que todos los seres son seres vivos; seguiremos utilizando la definición de seres vivos como animales y plantas, puesto que es un término útil al hablar de genética y es el uso normal del mismo.
2.c.1. Filosofía y teoría del vitalismo
2.c.1.a) Sistemas de impulso vital
La más adecuada corriente de filosofía que sustenta la base de la Evolución Condicionada diríamos es la teoría del Vitalismo.
Los sistemas de impulso vital serán aquéllos que, por uno u otro motivo, se comportan como si fuesen seres vivos o, al menos, tienen muchas de las características principales de los mismos.
Los animales superiores pueden ser considerados como macro-sociedades simbióticas de unidades más elementales con vida propia, como las células.
La problemática está relacionada con la que se presenta al estudiar la estructura cerebral y las funciones cerebrales por el grado de complejidad. Las corrientes de modularidad y conexionismo suponen dos aproximaciones filosóficas que bien podrían ser complementarias.
Por orden de proximidad intuitiva, se pueden citar los siguientes tipos:
El primer tipo de sistemas de impulso vital estará formado por aquéllos cuyos componentes son a su vez, seres vivos (nación, estado, colmena, ecosistemas)
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Otro tipo lo formarán los sistemas consecuencia de la actividad de grupos de individuos con una finalidad particular, los protagonistas individuales no serán, por tanto, los individuos sino el objeto particular de sus acciones (mercados económicos de productos)
Sistemas con una dinámica propia y derivada de cualidades parciales de los individuos (idiomas)
Cualquier empresa, trabajo u objetivo a medio plazo que se marquen los seres varios, tendrá la misma dinámica evolutiva que los seres vivos y, en este sentido, se puede entender que las relaciones y condiciones a la hora de desarrollar y conseguir el objetivo conforman un sistema de impulso vital. (La evolución de los ordenadores, un programa de ordenador, la construcción de una vivienda)
2.c.1.b) Vitalismo y características de los seres vivos
Las características comentadas anteriormente serán más o menos reconocibles pero de alguna manera estarán presentes todas ellas.
También se pueden distinguir entre características básicas y las derivadas de los objetivos que todo sistema de impulso vital ha de tener.
Los sistemas de impulso vital deberán tener las siguientes características:
- Disponer de un sistema de decisión que les permita escoger entre diferentes opciones para conseguir su objetivo o finalidad. Esto implica, por un lado, la existencia de grados de libertad en el sistema y, por otro, una inteligencia operativa.
- Estas opciones se tomarán en función de la información disponible, para lo cual será necesaria la existencia de un archivo, que formará parte del sistema.
- La bondad o buena fe del sistema se puede suponer "a priori" y, seguramente, la tendrá siempre "a posteriori."
El sistema ha de ser un sistema finalista, es decir, con objetivos. Aunque éstos no se puedan determinar con claridad, siempre se deberá intentar identificar tanto los objetivos intermedios de este tipo de sistemas evolutivos como los métodos, procesos e instrumentos particulares para su consecución.
Estos objetivos serán:
- Mejora de la eficacia.
- Garantía y seguridad.
- Coherencia o compatibilidad interna.
- Optimización de los recursos.
En la medida que un sistema cumpla con las características básicas y seamos capaces de identificar un conjunto suficiente de estos elementos derivados, podemos decir que el sistema se comportará como si tuviese un verdadero impulso vital.
Además de los seres vivos, un método práctico de identificación de estos sistemas será comprobar si se encuentran los dos hechos siguientes:
Sistemas que se pueden describir y delimitar conceptualmente de acuerdo con las propuestas de la teoría del caos.
Otra forma indirecta de identificar los sistemas de impulso vital puede ser la obtención de gráficas relativas a su comportamiento o evolución con la forma típica de los fractales. No sería de extrañar que si la forma fractal tiene cierta forma de punta de flecha, la interpretación de esta forma diese algunas pistas sobre la finalidad u objetivos del sistema.